La Torre de marfil, la Rosa Mística, la Madre del Redentor estuvo de visita en nuestro querido Colegio, el cual se engalanó pues entendemos que su presencia, su manto maternal al cubrirnos y al adoptarlo en nuestros corazones, nos hace mejores cristianos porque nos enseña a ejemplo suyo a escuchar y acatar la palabra de Dios.
Sumamente orgullosos de su presencia que nos acompañó desde esta mañana llenando de fe y de amor a nuestro colegio que, con los docentes, padres de familia, estudiantes, personal administrativo y de servicios generales nos unimos fraternalmente, rezando y compartiendo el Rosario de Aurora de nuestra Madre la Virgen María.
El Rosario de Aurora estuvo a cargo del Grupo Mariano de la Parroquia Santiago Apóstol que nos trajo de visita la imagen de la Virgen María, bajo la advocación de Nuestra Señora Reina de la Paz ó Virgen Peregrina de Medjugorje.
Seguidamente se les entregó a los estudiantes el Santo Rosario y un plegable donde se explicaba detalladamente la forma en que se reza el Santo Rosario medalla de la Virgen milagrosa y se realizó la consagración de los estudiantes quienes con pañuelos blancos saludaron con fervorosa alegría la bella imagen de nuestra Santa Madre.
De esta manera, como es costumbre en nuestra institución, el 31 de mayo se rindió honor a nuestra madre del Cielo, en actitud de profunda devoción, sintiendo que con profundo amor, nos cubre amorosamente con su manto y nos ayuda en nuestro proceso de crecimiento cristiano, enseñándonos a escuchar y acatar la Palabra de Dios. Dispusimos nuestros corazones para hacer oración los misterios mientras rezábamos con alegría las avemarías, ofrecidas como rosas de admiración y veneración. .
Con el fin de garantizar la atención y responder pedagógicamente a las diferentes edades de los estudiantes de la Institución, se organizó el rosario por secciones: Preescolar, Primaria y Bachillerato. Acompañados por los profesores y padres de familia de cada grupo de estudiantes. La intención del Rosario “orar por las necesidades de las familias del Colegio de la Santísima Trinidad”.
“Madre, te doy mi corazón y mi voluntad para la eternidad. Salva a la humanidad”