El trece de mayo, después de ver un video que recordaba las apariciones de la virgen en Fátima, las Hermanas Franciscanas en un acto de testimonio de amor a la Madre del Cielo, dirigieron una celebración de la Palabra desde la que se reconoció a la importancia de María Inmaculada para los Franciscanos y para la Iglesia.
En representación de los estudiantes, Adriá Balaguera invitó a todos para que le siguieran en el canto de la canción “María mírame” himno que unifica la comunidad estudiantil en las celebraciones litúrgicas. Para alimentar la Espiritualidad Maríana, algunas familias agradecidas por favores alcanzados por la mediación de la Virgen, contaron sus testimonios e invitaron a todos a vivir una devoción más arraigada para vivir con mayor profundidad el encuentro con su Hijo Jesucristo.
Este espacio de oración comunitaria finalizó con una carta a la Madre del Cielo en la que los estudiantes y sus familias dejaron en su amado corazón todas aquellas cosas que necesitan de su presencia. Estas cartas fueron incineradas en el ofrecimiento de oración en familia. Sabemos que la Madre todo lo escucha y que con su generosidad sigue intercediendo por nosotros ante la Trinidad Santa.
Orlando García Calderón
Asistente de Pastoral.